Consuelo Menéndez es arquitecta especialista en infraestructura hospitalaria con 20 años de experiencia; actualmente, trabaja en la Clínica Santa María. Menéndez, es co fundadora y ex presidenta de AARQHOS (Asociación Chilena de Arquitectura y Especialidades Hospitalarias A.G.). Entre los proyectos que ha desarrollado su favorito es la Clínica Quilín por el desafío que representa su tamaño, además asegura que una remodelación siempre tiene más esfuerzos que un proyecto que empieza desde cero, pues hay que alinearse con lo que ya está hecho.

De los proyectos en los que ha estado involucrada en el ámbito de la salud, ¿Cuál es su favorito?, ¿por qué?

Todos los proyectos tienen algo único, desde los más grandes a los más pequeños. Los más pequeños son entretenidos porque te especializas mucho más. Sin embargo, para mí, el más importante ha sido la Clínica Quilín, que está dentro de un mall y tiene cerca de 6.500 m2. Fue una experiencia muy enriquecedora, en la cual tenía pabellones, áreas ambulatorias, endoscopia fue un proyecto entretenido que se partió de cero. Esto porque la mayoría de los proyectos en los que he trabajado han sido de intervención.

Así, yo creo que el desafío más grande de todos es hacer las remodelaciones en un espacio que ya está en funcionamiento.

¿Cuál es la diferencia entre un macro y un micro proyecto? 

Mientras más grande el proyecto no te preocupas en el detalle en sí, del funcionamiento, de mobiliario, etc. Mientras que, en los proyectos más pequeños, más que el tamaño del proyecto, importan los tiempos.

Por lo general todos los proyectos son para ayer, entonces te dicen que empieces un proyecto que tiene que estar listo en un mes más. Muchas veces no se entiende que los proyectos tienen que tener una maduración, muchos creen que como lo vio en un plano ya está listo, no es así. Cuesta hacer entender que un anteproyecto no es un proyecto.

¿Cuáles cree son los mayores desafíos que tiene la infraestructura hospitalaria del país?

Lo dividiría en dos cosas: Uno es la brecha entre lo público y lo privado, tanto en Santiago como a nivel de país. Y lo otro es la descentralización. Ojalá por lo menos existieran unos tres o cuatro Santiago a lo largo de Chile, o sea que la gente del norte y del sur tengan otros focos y que no todo sea Santiago.

Muchas personas si tienen un tema complejo, terminan viajando a la capital y a veces es por períodos largos de tiempo. Eso demanda al enfermo y al entorno que rodea al enfermo. Son temas que involucran al entorno familiar muy fuerte y al tema económico. Es por eso que debiera estar pensado la infraestructura no solo para el paciente sino para todo su entorno y sobre todo si este entorno es de provincia

¿Cómo se ve Chile respectos a otros países de Latinoamérica y del resto del mundo?

En cuanto a infraestructura y la medicina, y en todas las cosas, Chile está muy bien posicionado en  América latina. Con respecto a los demás países somos bastante privilegiados. Podemos compararnos fácilmente con los europeos, los americanos.

La ‘mejor’ infraestructura hospitalaria chilena no tiene nada que envidiar, pero la ‘peor’ infraestructura, claro que es penosa. Hoy en día, la brecha de lo público con lo privado, se está acortando bastante. El tema está en que ojalá se mantenga.

Me acuerdo cuando se implementó el Hospital San José, que era uno de los primeros hospitales «modernos», se terminó la vida útil del tubo del scanner por cantidad de disparos y no tenían planeado cambiarlo porque era muy caro y no había presupuesto. Estuvo más de un año parado el scanner, cosa que en ninguna clínica privada pasa. Es por eso que el área Privada crece a pasos agigantados y hay un dueño con nombre y apellido a diferencia del estado

¿Qué espera de la infraestructura hospitalaria en Chile? 

Espero que la infraestructura cada vez sea más flexible. Los recintos tienen vida propia y van cambiando las necesidades. Además, el tema hospitalario va muy ligado a la tecnología, así, cualquier área de salud siempre va a estar con una remodelación. Se dice que el único momento en que un área de salud no tiene remodelaciones es el día de su inauguración.

¿Cuáles cree que son los pasos para llegar al nivel del mejor sistema hospitalario en el país?

Hoy se piensa que un edificio hospitalario consume mucha energía, debiera ser un edificio que autogenere energía y que hasta sea capaz de generar más de la que utilice y venderla. Y que sea 100% autónomo y que no dependa de nadie

Con respecto a Aarqhos, ¿Por qué es importante contar con una organización que agrupe a los profesionales de la salud?

Son millones los motivos. Como todas las cosas, la unión hace la fuerza y una sola persona gritando nadie la escucha, sin embargo, un grupo hace bulla. Además, es bueno que una entidad de su opinión, más aún si es una donde los propios pares se valoren entre sí y se reconocen entre ellos. Es importante estar en algo similar para hacerse notar.

Aarqhos es multidisciplinario porque si tu ves, la arquitectura hospitalaria no la hace el arquitecto solo, ni el médico, ni la enfermera sola, en el área trabajan muchos especialistas y todos necesitamos de todos. Al final es un enlace profesional de tal magnitud y es tan multidisciplinario que todos tienen el mismo peso y todos nos requerimos unos a otros.

¿Cómo surgió la idea de formar Aarqhos? 

Surgió después de haber ido a varios congresos a Argentina y todos los amigos de los demás países ayudaron a que se conformara esta asociación chilena. Ahí partió Aarqhos, después de un congreso en Argentina, en una salida en grupo hicimos la primera acta con 11 personas.

¿Cómo ha sido el camino hasta la fecha de la asociación?

Ha sido un proceso bonito, ya que un grupo de personas confía y crea por esta misión que un bien en común. El objetivo de esto es tener algo mejor a nivel global, juntarnos todos en torno a lo que nos gusta, que es la arquitectura hospitalaria.

Al pasar de los años se han ido logrando los objetivos de una forma u otra, por lo que creo que vamos por un buen camino, siempre hacemos enlaces con diferentes países a nivel mundial y latinoamericanos, por lo que estamos abiertos a hacer muchas cosas más.

¿Cuál es su principal meta para este 2018?

Creo que una de las más importantes es seguir aumentando el número de socios que ha ido en forma creciente desde que comenzamos.

Este año es el octavo congreso de Hospitalaria, donde se va a realizar en segundo encuentro americano de la IFHE y van a venir todos los delegados de los países. Instancia excelente para Aarqhos, porque nos valida como asociación. Además, va a ser la primera vez donde la asociación acoge a todos los delegados de América que deben ser más de 20 países. Finalmente, el anuario es muy importante y a la vez un gran desafío que siempre hemos sacado adelante.

¿Qué crees que le falta a Aarqhos? 

Yo creo que no solamente a Aarqhos, sino a todos: TIEMPO. Hoy andamos todos corriendo en la vida y a todos no falta tiempo. Es una cuestión a nivel de país.

 ¿A qué aspiran con Aarqhos? 

Aspiramos a ser una voz sólida, sería un gran orgullo que se sepa y se reconozca nuestra opinión. Que tenga una fuerza importante a nivel de industria, de Gobierno, de licitaciones, etc. Que seamos un apoyo para nuestros pares y para nuestro país y, además seamos un representante de ellos para el exterior.