La ingeniero comercial Paz Alejandra Fuentes, egresada de la Universidad Viña del Mar y con magíster en la Complutense de Madrid, compartió su mirada respecto a la gestión de recursos en obras hospitalaria, basado en su experiencia como especialista en integración y operación de servicios hospitalarios, tales como El Salvador y el Instituto Nacional de Geriatría.
Teniendo en cuenta su experiencia ¿Cuáles son los mayores problemas en términos de recursos económicos en el ámbito de la infraestructura hospitalaria?
Los tiempos entre la preevaluación de una obra hasta que se construye son demasiado largos, y no se integran todas las correcciones que se generan una vez que se presentan los proyectos a las unidades clínicas. Esto limita el acceso a modificaciones que hacen más operativos los procesos, sumado a que se ven afectados por la arquitectura definida, además de incurrir en costos por variaciones. Todos estos aspectos limitan y encarecen las planificaciones.
¿Cuál es la estrategia a seguir para lograr proyectos en infraestructura hospitalaria con la menor pérdida de recursos y tiempo?
Lo principal es contar con un mayor número de profesionales especializados en integración con la operación clínica. Ya que no se trata sólo de diseñar y construir, sino de formar hospitales bajo todos sus parámetros. No hablamos de metros de cuadrados de hormigón y de materiales inerte. Todo cobra sentido cuando éstos son habitados por pacientes, que se debaten entre la vida y la muerte, que necesitan atención médica y una infraestructura de primera calidad, del mejor equipamiento médico y de personal clínico y administrativo comprometidos para sacarlos adelante.
¿Qué tan importante ha sido el avance tecnológico para la realización de proyectos?
Es fundamental el uso de herramientas tecnológicas como el BIM desde la etapa de diseño, la construcción de la nueva infraestructura hospitalaria y posteriormente en la operación de las mismas. De esta manera se optimizan recursos y tiempos, que permiten enfocarse en las correcciones en la etapa de diseño. Luego, en el ámbito del montaje, las soluciones que se necesitan son menores y fáciles de resolver, por lo que éstas quedan plasmadas en los planos As Built, que se utilizan en la operación de cada edificio. Todo esto con el objetivo de que estas se apliquen para su mantención y uso de futuras modificaciones, que es la etapa 7D del BIM.
¿Cuáles son los mayores desafíos que tiene hoy la infraestructura hospitalaria del país?
La integración entre el diseño y la calidad de atención a los pacientes, haciendo lugares que permitan contener espacios de recuperación, ya que nuestro objetivo es mostrar el lado más amable de la infraestructura hospitalaria enfocada en los pacientes. Colores, texturas, materiales innovadores que conjugan un diseño acogedor con la esencia de la atención clínica.
¿Por qué es importante contar con organizaciones que agrupen a los profesionales del sector?
La especialización permite enfocar recursos de forma eficiente y eficaz, mientras más profesionales se integren, existirá una mayor pluralidad. Esto permite dar lugar a nuevas ideas y conocimientos en base su experiencia en distintas ramas que involucran un proyecto hospitalario, como lo son las sanitarias, clima e infraestructura, y así, se podrán conjugar mejores obras que involucren aspectos ecológicos y tecnológicos. Al contar con un personal con conocimiento de distintas realidades y experiencias, podrían ayudar a visualizar el mejor escenario para la atención de los pacientes, por ejemplo en los edificios, para que sean sustentables y eficientes energéticamente, con equipamiento de primera calidad, que permita obtener una gestión en salud de primer nivel.
¿Qué expectativas tiene con AARQHOS?
Que se realicen mesas de discusión que permitan el intercambio de experiencias y que estas permitan generar una política para diseñar hospitales enfocada en la atención y recuperación de cada paciente y en el uso de cada trabajador del lugar. De esta manera podría verse materializada la contribución de AARQHOS en beneficio de todos los que colaboran a un estándar de salud.