Hace 15 años que comenzamos con la creación de Hospitalaria; donde el objetivo inicial era hacer un congreso en el que pudiéramos traer a Chile las temáticas y tecnologías que se veían en otros países y, sobre todo, a los grandes expertos a nivel mundial.
Hoy, gracias a esta iniciativa que fue creciendo en nuestro país, ya tenemos una herencia tangible de los aportes extranjeros; calaron hondo y dejaron huella en el presente de nuestro país, así como también en nuestra descendencia, con edificios hospitalarios con sus sellos arquitectónicos, ingenieriles o de diseño.
Luego del primer congreso, poco a poco, Hospitalaria se fue transformando en lo que somos hoy y, sin duda, esperamos seguir creciendo. Y no tan solo nosotros, porque hemos crecido de la mano junto al país, creando una relación para adoptar los nuevos desafíos; tanto, que Hospitalaria ha introducido en sus congresos, como también los desafíos que el país y su ciudadanía nos pone como metas a superar.
Sin duda, la deuda en este tema siempre fue muy grande, más allá del presidente/a de turno y la preponderancia que haya tenido en cada uno de sus programas de gobierno, pero desde que se ha considerado invertir en el área pública, se ha generado un nuevo debate de cómo deben ser estas inversiones y, sobre todo, de qué tipos de contratos se deben usar. Porque cada gobierno ha postulado diferentes formas de licitaciones para presentar su cartera de proyectos, ya sea a través de los contratos de Participación Público Privada (PPP), con proyecto de arquitectura, con anteproyecto o que la constructora presente su equipo, concursos, etc. Realmente, la diversidad y creatividad es enorme, además de las dos existentes áreas MOP – MINSAL. Es por eso, que cuando se visualiza que un proceso que dura entre 8 a 12 años, desde el inicio de la evaluación hasta la explotación del hospital, ya se puede ver que el tiempo duplica o triplica un periodo presidencial.
Ahí es cuando se considera que estas decisiones debiesen ser tomadas a nivel Estado, para que no sean modificadas, obstruidas o simplemente estancadas cada vez que una elección presidencial se nos acerca. Pensamos que siempre hay alternativas mejores que otras, pero eso va a depender de lo que se requiera en cada momento. Porque cada elección de un sistema tiene elementos o situaciones mejores o peores que otras, pero lo importante es tener clara las reglas del juego para todos.
Otro tema de gran importancia que hay que considerar, es que vivimos en un país característicamente sísmico y, en estos últimos años, estos movimientos también han realizado un mayor deterioro a los establecimientos hospitalarios, dejando en condiciones críticas a muchos edificios en el que se ha tenido que pensar en soluciones muy ingeniosas a nivel de construcción. Desde construcciones que aplican el sistema modular, la construcción rápida o la prefabricación. Sin dejar de lado lo más importante: el emplazamiento del hospital. Aunque lo lógico debiera ser un lugar seguro, con fácil acceso y terrenos regulares, esto no siempre se encuentra ya que el valor del terreno generalmente es bajo y por ende no se le da la importancia. Como cuando se piensa en el costo de la construcción y no en lo más importante que es el costo de la explotación. La construcción es una vez y un hospital barato generalmente será un hospital con un valor alto de mantención más un valor alto de operación y eso no se podrá cambiar jamás.
Por esto, lo más importante es la vida del hospital, ya que el mejor hospital es aquel que se considera con las personas que lo explotaran: con el usuario y saber que es mucho más caro, complejo y peligroso realizar remodelaciones, obras y mantenciones innecesarias en un hospital en funcionamiento.
Pensar en un hospital cuando se está diseñando, es pensar cómo se realizará un cambio de filtro, cuánto durará el piso o cómo se repararán cada una de las posibles mantenciones.
NUEVO DESAFÍO
Durante estos últimos años hemos visto cómo ha aumentado la cantidad de expertos en el rubro, tanto nacionales como extranjeros, e incluso incorporándose nuevas especialidades que antes ni siquiera se pensaban. Todo esto, hoy es parte de las nuevas exigencias y de las propuestas.
Nuestro rubro, al igual que el edificio hospitalario, está en constante desarrollo y modificación, como alguna vez lo escuchamos: “el único día que no está en obras es el día de la inauguración”. Ya que no solamente el edificio es el que debe ser flexible, renovado, evolucionado, tecnológico, humanizado y sostenible. Como ya sabemos no solamente los edificios sufren cambios, hoy el sistema de salud en nuestro país está viviendo un cambio muy fuerte, que sin duda se verá reflejado en su infraestructura.
Además, en el sistema privado estos últimos años, compañías extranjeras han comprado grandes redes hospitalarias, demostrando un gran giro, ya que ahora en el sistema comenzará a entrar un tercer participante: las aseguradoras.
Y bueno como todo cambia (como dice la canción), las patologías cambian, la población cambia y, por ende, la morfología médica del edificio también lo hace. Por ejemplo, antes se consideraban los centros hospitalarios por su cantidad de camas y eso ya no es un referente, podemos tener un gran centro hospitalario sin ninguna cama.
LOS CUATRO CIMIENTOS DEL EDIFICIO HOSPITALARIO
La evolución médica de los centros hospitalarios ha eliminado ciertas áreas que no son mayormente funcionales por su uso-espacio o por cómo se trata al paciente hoy en día. Por otra parte, hay cuatro áreas que por una necesidad a corto plazo deben ser implementadas en todo hospital que sea construido.
La primera es el área Geriátrica, ya que la población será cada vez más longeva. Y lo importante aquí es preguntarles a los doctores, ¿cómo creen que los nuevos centros hospitalarios deben considerar el área geriátrica? ¿Debe ser un área especial o simplemente debe ser un área igual que cualquier otra?, ya que todas deben tener facilidad de desplazamiento, conexión con el medio exterior, con espacios iluminados o conectados con la naturaleza para tener áreas terapéuticas para el paciente.
El Dr. Víctor Hugo Carrasco, Profesor de Geriatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile comenta: “Lo primero, es que los edificios que se construyen en el presente y en el futuro deben eliminar completamente las barreras arquitectónicas. Esto es muy relevante, puesto que mucha de la construcción presente y, sobre todo, pasada tiene barreras inquebrantables para las personas mayores, y no solo mayores, sino también para las personas con discapacidad y para personas que tienen alguna limitación física o sensorial, eso debiera ser eliminado. En segundo lugar, veo edificios inteligentes, quizás adaptables, móviles, que permitan -por ejemplo- adecuar la luz al tipo de persona que va caminando o adecuar la perspectiva de acuerdo con la visibilidad de la persona, que tengan parlantes por donde se pueda guiar a una persona mayor. Estoy imaginando una residencia, por ejemplo, donde la señora María está en la habitación 319 y anda por el pasillo y el edificio la pueda dirigir, identificando su rostro y diciéndole “María tiene que seguir caminando, doble a la derecha” y conducirla. Hablo de edificios inteligentes sin limitación de barreras, identificando a su usuario y sirviéndoles de forma individualizada”.
La segunda área es la Oncológica. Lamentablemente, el cáncer es una de las enfermedades que aumenta cada vez más en la población global y, por ende, son más los involucrados en el tratamiento y cura de esta. Para ello, en el área oncológica debemos pensar en la construcción de espacios de investigación, laboratorios de diagnóstico, que conlleva el sistema de imágenes y nuclear, espacios terapéuticos con áreas que implementan nuevos sistemas de tratamientos.
Por eso consultamos con el Dr. Jorge Alfaro, Jefe Oncología y Hematología, Clínica Bupa Santiago. Profesor asociado Medicina de la Universidad de Chile, ¿cómo visualiza a futuro la infraestructura hospitalaria relacionada con el área oncológica. “La atención de pacientes oncológicos ha sufrido una dramática transformación en las últimas décadas, el conocimiento preciso a través de técnicas moleculares y una industria farmacéutica hiperactiva nos han dotado de herramientas que hasta hace unos años era impensables para nuestros pacientes.
La infraestructura pasó desde una sala en un rincón hospitalario a sofisticadas áreas protegidas, que albergan una central de preparaciones, hospital de día e internación en salas donde el aire es filtrado, presión atmosférica controlada, flujos de circulación diferenciados y una completa gama de controladores y acreditaciones hacen de las atenciones oncológicas un proceso más seguro.
Aún nos falta crecer en amabilidad y cercanía, hacer que la infraestructura, los nuevos materiales, el cristal, la luz, y el paisaje se tornen a los sentidos. Todavía nos faltan edificios inteligentes, ecológicos, eficientes, amistosos con el ambiente, siempre abiertos a innovar, a hacernos la vida -aun en estos difíciles trancesdigna de ser vivida”.
La tercera área es la de Terapia Intensiva. Debido a que la complejidad de patologías o cirugías es cada vez mayor, los centros médicos requieren de grandes áreas de pacientes críticos y por lo que le preguntamos al Dr. Rodrigo Cornejo, médico intensivista, Jefe de Servicio Unidad de Pacientes Críticos, Hospital Clínico Universidad de Chile, ¿cómo considera que deben ser las áreas de pacientes crítico en el hospital del futuro?
“Es deseable y cada vez más exigible un cambio y mejoría del estándar en las unidades de cuidados intensivos y de las camas críticas en general. Mayor espacio. Hoy se estima, por ejemplo, 25 m2 por habitación, con un espacio equivalente de espacio no clínico, que considera libre acceso y compañía de familiares, pero que, a su vez, se logre un control de la transmisión cruzada de gérmenes. Asimismo, y dado que está claro el efecto de la restricción de luz solar en las alteraciones del sueño y ánimo que presentan los pacientes críticos, resulta importante considerar este punto en los nuevos proyectos.
La monitorización avanza con equipos cada vez menos invasivos, que tienden a ser de uso unipersonal (ocupando espacio) y las camas críticas con mayor capacidad de adaptarse a los requerimientos de estimulación kinésica, táctil, auditiva y de prevención de complicaciones asociados a la permanencia prolongada en UCI. Fundamental es una buena conexión a internet, porque la mayoría de los equipos, monitores y medios audiovisuales serán controlados por vía web.
Espacios amplios fuera de las habitaciones también es necesario para el traslado expedito a través de la misma unidad y, fi nalmente, como la tendencia es hacia el manejo por equipos interprofesionales, debemos considerar más espacios administrativos y salas para reuniones con familiares y discusiones de casos. No en frente de los pacientes”.
Por último, es el área de la Genética la que se ve más en centros de salud dedicados a la investigación, pero que cada vez más debiera involucrarse en las especialidades. Es por ello, por lo que la investigación estará cada vez más inserta, aledaña o independiente al interior de los hospitales, muy robusta y de gran tecnología.
De esta forma, es cómo nos damos cuenta de la importancia de tener estos encuentros a alto nivel y poder dejar huellas con infraestructura y personas de relevancia nacional e internacional que nos puedan mostrar sus realidades y construir lazos para seguir creciendo. Los congresos son estas instancias, que Hospitalaria seguirá construyendo para beneficio de todos.
Estamos muy orgullosas de haber creado Hospitalaria y esperamos siempre superar un congreso con otro. 9H es nuestro próximo congreso en diciembre de 2020: HOSPITALARIA 2020, LA NUEVA FORMA DE CONSTRUIR.