Debido a la actual pandemia, nos hemos visto obligados a replantear nuestra arquitectura y su habitar en casi todos los ámbitos y principalmente en los hospitales. Ahora más que nunca debemos pensar en cómo será la nueva forma de construir nuestros recintos hospitalarios. Por ejemplo, que tan flexibles espacialmente deben ser nuestras futuras construcciones.

Esta emergencia no nos da tiempo para repensar espacios destinados a funciones completamente distintas que a la de cuidados del pacientes. Por eso, una vez pasada la tormenta es momento de analizar y sacar conclusiones de cómo se comportó y resolvió la infraestructura sanitaria nacional.

Dentro del contenido de nuestro 9° Congreso abordaremos experiencias nacionales e internacionales del manejo sanitario en el actual contexto de la pandemia del virus responsable de la COVID-19. Además, analizaremos como deben ser los nuevos recintos hospitalarios y que capacidad de crecimiento y modificación deberán tener según el país, localización, estructura de salud, entre otras variables. Es por esto, que Hospitalaria asumirá este desafío junto a nuestros conferencistas, asistentes y empresas especializadas para así entregar valiosas experiencias y soluciones aplicables a cualquier escala y condición de los actuales y nuevos recintos hospitalarios.

LOW TOUCH ECONOMY La nueva forma de habitar que tenemos actualmente se mantendrá por un tiempo (que todos esperamos sea poco), pero muchas cosas de este nuevo comportamiento permanecerán para siempre y pronto avistaremos que serán cambios o “mejoras” que se presentaron de una manera acelerada en un contexto de crisis sanitaria, pero que finalmente llegaron para quedarse.

En un contexto post pandémico podemos declarar que los espacios hospitalarios seguirán siendo flexibles para cualquier nueva catástrofe. Además, se deberá tener siempre una capacidad vacante de electricidad, de gases clínicos, de sanitarios, de redes y conexiones con diferentes alternativas de presión, incluso hasta sistemas pasivos de energía cero.

Así también en un escenario ideal, tener un terreno contiguo para transformarlo rápidamente en un nuevo espacio sanitario según sea la necesidad del momento, si bien el suelo es escaso, es una solución óptima. Las exigencias que nos deja la pandemia de este nuevo virus para mejorar la calidad y la preparación ante nuevas emergencias de nuestro sistema de salud es algo que no es nuevo. La historia nos muestra que antiguas pandemias modificaron las ciudades, tanto en la forma de habitar los espacios públicos (interacciones) como también en el tipo de construcciones (materialidad).

En 1932 la tuberculosis nos obligó a tener mayores áreas soleadas, grandes ventanas, amplias terrazas, mejores sistemas de ventilación, etc. Con esto comenzó a crearse los ambientes curativos limpios. Actualmente estamos formando nuevos hábitos basados en interacciones reducidas y normas rígidas de higiene. Lo más difícil será hacer esto mismo pero de forma cercana con el paciente, donde se sienta acogido y no distanciado. Han sido meses en que hemos tenido que desarrollar nuevas maneras de interacción que sean cálidas pese a la imposibilidad de tocarnos o de recibir un abrazo cordial. Por esto las plataformas deben ser intuitivas y accesibles, facilitando el contacto de la salud además de definir los tipos de salud:

1. Preventiva 2. Exámenes 3. Urgencias 4. Infecciosas 5. Crónicas 6. Alta complejidad 7. Domiciliaria 8. Especialidades, entre otras.

Debemos pensar que esta podría ser una forma de bajar el costo a la salud, ya que es más eficiente. Pero debemos mantener la comodidad y calidez para los pacientes, igual que si fuera el Check-in para un vuelo o un hotel. COMO NOS CAMBIA LA PANDEMIA Actualmente las áreas sanitarias tienen una demanda más fuerte en limpieza. Habiendo rutinas más continúas de higienización, además de la incorporación de nuevos productos y sistemas de limpieza, toma más importancia que nunca los materiales de terminación.

Así también para los nuevos volúmenes de basura y ropa sucia, habrá que ver la forma de utilizar materiales seguros, pero a la vez que no produzcan efectos negativos en el medio ambiente. Los recintos hospitalarios también deberán modificar la circulación en sus áreas de trabajo. Si bien los tipos de áreas son tres: restringidas, semi restringidas y públicas. Áreas definidas por quienes pueden tener acceso y quien no, ahora habrá que sumarle normas de circulación para proteger la unidirecionalidad de flujos y personas. Áreas que tengan accesos y salidas diferenciados, escaleras de un solo sentido y circulación de personas donde no haya bidirecionalidad.

ÁREAS MASIVAS Éstas las debemos transformar en espacios pequeños y sanos en sus materialidades y aire. Antes sólo se pensaba en materiales especiales para las áreas clínicas, hoy debemos pensar que todos los espacios que están en un centro hospitalario deben ser de material “limpio”, lavable, antiséptico y duradero. Los espacios deberán contener poca gente y contar con extracción de aire sin recirculación si este no tiene sistema de filtro. Como por ejemplo, se podrá avisar a los usuarios el tiempo de estadía con luces que cambien de color, música, señalética, etc. Las visitas a los recintos hospitalarios, especialmente las áreas públicas y semi restringidas, podrán verse reducidas gracias al uso de nuevas aplicaciones electrónicas que pemitan realizar ciertos trámites de manera remota o que al menos disminuyan el tiempo de visita del paciente. Desde pagos a distancia, entrega de recetas, exámenes o licencias médicas sin necesidad de asistir a los complejos sanitarios.

Crear en los casos que sean posible una relación pacientemédico a través de Telemedicina y en la gran cantidad de casos donde el paciente necesite asistir a los recintos hospitalarios, coordinar su tiempo de llegada al acceso principal y que se le realice un seguimiento hasta la puerta de la sala de consulta. Con esto se podría ahorrar un 20% o más del tiempo de la consulta del paciente y hacer un estar más seguro en el recinto sanitario. La idea es que el usuario se sienta en un recinto limpio, libre de patógenos y que cualquier consulta pueda ser resuelta por este medio.

ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS Lo que hasta hace poco era un lujo, post pandemia será una necesidad básica o simplemente un componente vital de seguridad: los elementos “sin contacto”. Estos son los elementos con sensores: apertura de puertas, griferías, iluminación y excusados. También cobrarán importancia los pisos fáciles de limpiar al igual que cielos, a través de pinturas especiales, iluminación estanca, etc. Esta experiencia nos ha demostrado que cosas que se harían en dos años las hemos logrado en dos meses, con más presión que nunca, con ensayo y error, pero que lo hemos sacado adelante, siempre se puede y debemos mejorar, además sabemos que esta situación desgraciadamente no será la primera, ya se habla de COV-20 o el nombre que le pongan, pero estaremos mejor preparados y cada vez iremos creciendo más. Esto son pensamientos que han surgido en pandemia y seguro que habrán muchos más, lo que queda claro es que los espacios, materiales cambiarán y forma de atención y mucho de estos cambiaran para siempre. La propagación del virus no es solo una crisis de salud, también es un problema de diseño. (Joel Sanders, 2020)

REPENSAR LA TOMA DE MUESTRA: Opción domiciliaria En el centro de salud En centros periféricos insertos en supermercados, centros comerciales, etc.

CAMBIOS DE LA TOMA DE MUESTRA Se realizará mediante hora previa, no será por hora de llegada y se realizará durante todo el día. Por eso la sala de espera no será grande y ese espacio se podrá reutilizar para más lugares de toma de muestra. Estará demarcado las área adulto, niño, embarazada y adulto mayor previo en el momento de tomar la hora y los exámenes serán todos entregados en línea. Generalmente se usa un 20 a un 30% de superficie en cajas y salas de esperas, estos espacios se pueden repensar para nuevas áreas en otras zonas del área clínica. Así el paciente podrá tener una estadía más grata y personal.