La flexibilidad, adaptabilidad y modularidad de los espacios es la base del diseño para los hospitales del futuro.
David Ávila, Director de Proyectos de la oficina de luis vidal + arquitectos Chile
El 2020 ha traído consigo una gran crisis sanitaria global que ha afectado a prácticamente todos los países del mundo y que enferma a personas de todos los estratos sociales. El COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de replantear las bases de la arquitectura sanitaria e infraestructuras de cualquier tipología que concentre a un gran número de personas a la vez. Todos los sistemas sanitarios de los países más afecta – dos se han visto colapsados en los momentos de mayor peak de contagiados, lo que se traduce en más fallecimientos al no poder atender a todo el mundo por igual. Esta falta de capacidad refleja la importancia de que los espacios sean diseñados en base a la flexibilidad, adaptabilidad y modularidad, especialmente en aquellos países en donde cuentan con un menor número de camas hospitalarias y plazas de UCI por cada 1.000 habitantes.
Debido a la pandemia, el mundo se ha detenido y ha resultado ser un momento ideal para que cada ámbito de la sociedad revise sus protocolos y planes de contingencia ante posibles crisis en del futuro como la del coronavirus. Se debería hacer un profundo análisis de los criterios de diseño de las infraestructuras hospitalarias y su comportamiento durante la pandemia para así poder generar nuevas tipologías sanitarias especializadas y mejorar las ya existentes, adelantando los preparativos y evitar que la próxima vez suponga el fallecimiento de miles de personas. Es necesario poner atención en el diseño de residencias y centros de adultos mayores en donde se concentran las personas más vulnerables ante enfermedades contagiosas. Reforzar la seguridad y la atención primaria será imprescindible de ahora en adelante.
En este momento, lo más urgente es hacer una revisión de los hospitales existentes para incrementar su dotación en instalaciones y mejorar su eficiencia, creando divisiones flexibles para facilitar el aislamiento de pacientes infecciosos. A mediano y largo plazo se debe hacer un estudio de planes de contingencia para adaptar los hospitales en momentos de crisis, determinar áreas en donde se puedan habilitar hospitales de campaña y planes para medicalizar otras tipologías edificatorias para así poder dar una respuesta más rápida y eficaz ante situaciones extremas.
luis vidal + arquitectos lleva años diseñando hospitales basados en la flexibilidad, adaptabilidad y modularidad de los espacios. Momentos como el actual ponen de manifiesto que el hecho de contar con espacios públicos anexos a las zonas más conflictivas como las urgencias o las UCIs, siempre y cuando estén bien dimensionados, pueden ayudar a aumentar la capacidad de atención de enfermos. Gracias a toda la experiencia obtenida en la construcción y diseño de grandes hospitales y centros de salud que la oficina de arquitectura luis vidal + arquitectos ha creado las bases de un nuevo modelo hospitalario, el Hospital 5G. Un hospital conectado con nuevas tecnologías es ca – paz de dar respuesta a mejorar las situaciones comunes que transcurren día a día. Las tecnologías de contactless, la luz natural, espacios intuitivos, un diseño que fa- LUIS VIDAL + ARQUITECTOS cilite la convivencia y flexibilidad de la asistencia sanitaria sin riesgo para el personal, así como el uso de materiales seguros e innovadores que son autolimpiables y antivirales, como el dióxido de titanio, el cobre o la plata, son puntos básicos en los hospitales del futuro.
Es importante pensar en nuevos métodos de reconocimiento facial, apertura de puertas automáticas o conexión de los espacios con nuestros dispositivos móviles para evitar en la medida de lo posible el contacto físico. Los materiales empleados en la construcción deberán ser aún más fáciles de desinfectar o que en sí tengan una composición que no permita la supervivencia de virus y bacterias, especialmente aquellos objetos que tengan un contacto frecuente con el público como barandas, pasamanos, manillas de puertas o las botoneras de los ascensores.
Todos los sectores, como la arquitectura, economía, política y sociedad, se deben poner de acuerdo y trabajar en una misma línea para así fijar las guías de una nueva realidad capaz de enfrentar mucho más rápidamente las situaciones del futuro que vengan.