Erich Birchmeier es arquitecto titulado de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y diplomado en Arquitectura Hospitalaria Universidad Técnica de Viena, Austria. Actualmente se desempeña como Director en B3Arquitectes. En esta nota, el profesional analiza la infraestructura hospitalaria nacional, y la situación actual de los recintos frente a la pandemia el COVID-19.
¿En qué proyecto se encuentra trabajando actualmente, y cuáles han sido los desafíos que se han presentado?
Estoy trabajando en el estudio preinversional (EPH) del Hospital Clínico San Borja Arriaran, como arquitecto asesor. El desafío de este estudio está determinado por la relación del hospital con el monumento nacional en el predio y el barrio Matta sur, declarada zona típica. Esto determina zonificaciones especiales dentro del mismo predio, lo que condiciona la normalización del hospital actual. Luego del incendio ocurrido en el Hospital, que obligó a su evacuación, el edificio quedó con un daño importante en sus instalaciones y estructura. Este estudio determina, entre otras cosas, el PMA, el Master Plan, Estudio de Cabida y el estudio de posibles otras alternativas. El desafío es plantear un proyecto como un gran barrio hospitalario a escala humana. Otro desafío es juntar voluntades que hagan mejorar las condiciones urbanísticas del terreno.
En el área que se desempeña, ¿cuáles han sido las mayores dificultades que ha enfrentado y cómo logró solucionarlas?
Como arquitecto especialista me ha tocado participar en toda la vida de un proyecto hospitalario, desde el estudio preinversional, el diseño y la construcción en obra.
Los proyectos hospitalarios son proyectos interdisciplinarios con distintas miradas y sabidurías que se entrecruzan, y generan la densidad de la obra. Las dificultades surgen cuando esto no fluye, cuando una o más partes dejan de hacer su función. Esta demora genera desconfianza, aumento de costos, atrasos, etc. Todo proyecto tiene su grado de complicación, lo que repercutirá en el éxito o no de este mismo, pero en general los proyectos exitosos son debido a todo el esfuerzo de muchas personas que empujan por la realización de este.
Según su opinión ¿Qué expectativa tiene en la infraestructura hospitalaria en Chile y cuáles serían los pasos que faltan por recorrer?
La arquitectura hospitalaria en Chile tiene una larga data. Cada época planteó sus necesidades sanitarias con su mejor infraestructura. Por eso es que en Chile tenemos buenos hospitales. Las infraestructuras para la salud son de alta demanda y uso, lo que requiere de un mantenimiento constante.
Un edificio hospitalario se proyecta a un tiempo concreto que va de 30 a 50 años. Luego de este tiempo, el hospital necesitará una intervención de orden mayor.
El hospital cambia constantemente, por ejemplo, el antiguo hospital Salvador-Infante se diseñó con un sistema de pabellones que respondía a las necesidades del siglo XIX, lo que se considera hoy obsoleto. Pero con la pandemia, la emergencia generó una vuelta al sistema de pabellones de atención. Esto demuestra lo dinámico de la arquitectura hospitalaria.
A su juicio, ¿cuáles son los mayores desafíos que tiene hoy la infraestructura hospitalaria del país con la pandemia del Covid – 19?
Lo que he podido observar es que se ha aprendiendo sobre la marcha, lo que ha generado respuestas desde distintos ámbitos. Íbamos hacia un hospital abierto y amigable con el usuario, y de pronto con la pandemia, el hospital se cierra.
Hay que avanzar con los conceptos iniciales e incorporar los nuevos como desafíos, por ejemplo incorporando materiales antimicrobianos, la posibilidad de aislar zonas según el requerimiento, la reconversión de áreas. En definitiva, flexibilidad.
¿En comparación con América Latina y el resto del mundo, cómo evalúa la infraestructura hospitalaria de Chile y la mantención de los hospitales del país? ¿Qué falta por mejorar?
Cuando realicé mi postgrado en Viena, visite hospitales desde Dinamarca hasta Estambul, donde pude observar distintas realidades, y compararlas con Chile y Latinoamérica. Lo que puedo decir es que cada país pone lo mejor de sí en sus hospitales. Estos dan cuenta del tiempo, de la cultura y lo que será. El 80% de los chilenos y chilenas se atiende en el sistema público, ahí tenemos que poner nuestro foco, en esta alta demanda. Se han construido muchos hospitales de diversas complejidades, a lo largo de todo el país, espero que sigamos en esa línea, mejorando los tiempos en el diseño preinversional e incorporando el mantenimiento desde un comienzo de la inversión.
¿Qué opina sobre organizaciones como AARQHOS y su rol en el área de la infraestructura hospitalaria?
El rol de AARQHOS es de generador de conocimiento, compartiendo y vinculando a la gran variedad de especialidades y profesionales que trabajamos en el área de la Salud. El anuario de AARQHOS es un libro de consulta permanente, así como la página web, para acceder a materiales, normas y documentos de interés.