Enfrentarse a la arquitectura hospitalaria desde el espacio urbano, fue una de los desafíos propuestos por el estudio para enfrentar el encargo para el nuevo Centro de Salud Familiar, Cesfam Alessandri. Alejarnos de las estrategias arquitectónicas que surgen netamente de las respuestas programáticas es lo que debiera acercarnos a esta “arquitectura para la salud”. Alejarse para volver a ver…

La oportunidad que vimos en este terreno, ubicado dentro de una de las manzanas emblemáticas del Barrio Italia en Providencia, entre las calles Santa Isabel, Infante, y Los Jesuitas fue la de potenciar la red de atraviesos peatonales hoy existentes como resultantes de los programas públicos instalados dentro de la manzana como la piscina municipal, centro de extensión Sermini, el actual Cesfam Alessandri y el castillo “casa familiar Sermini”; darle sentido a estas redes peatonales y estructurar una nueva manzana abierta, nos permitió entender el valor de elementos naturales y del paisaje urbano, relevantes para un proyecto destinado a la salud de las personas. La luz natural como ganancia de estas aperturas, la escala humana de los espacios exteriores de espera, “nuevos patios públicos”, el encontrarse y vernos en compañía, son algunos factores que consideramos claves para la construcción de estos edificios destinados a la salud, sometiendo así el orden del programa clínico a estas directrices de diseño, orientando, aperturando, iluminando y transparentando cada recinto en función de la relación de apoyo, y privacidad que cada actividad interna debía resolver.

El programa, orientado hacia un “plaza de encuentro público” de interior de manzana se ordenan en torno a 3 niveles y un patio central, estructurando el acceso en torno a un primer pasillo principal, calle interior, que arranca desde una plaza pública de acceso y remata en el patio de ambulancias conectando con fácil visibilidad y acceso los núcleos de circulaciones públicas, esperas, y áreas primarias de abastecimiento de alimentos y farmacia. Desde este eje se completa un anillo de circulación que, circunscribiendo el patio interior, en los pisos 2 y 3, permite hacer la diferencia de manera simétrica de cada uno de los sectores de la población que el programa de salud debe abarcar; así los recintos de atención se ordenan eficientemente en torno a dos barras con recintos clínicos siempre dando a una fachada iluminada y ventilada.

Edificio clínico e instalaciones se resuelven como dos cuerpos independientes, permitiendo así que todo el proceso técnico y de mantenciones no afecte nunca el proceso clínico.

Este edificio “aislado” y de interior de manzana permite entender que la función cobra sentido y cuerpo cuando se vincula a elementos del espacio público urbano, determinando actos, actitudes y acciones que apoyan el proceso de sanación de las personas.

EQUIPO PROFESIONAL DE TRABAJO: • Pedro Murtinho Larraín-Arquitecto Socio Director. • Santiago Raby Pinto-Arquitecto Socio Director. • Christian Araya Castro-Arqutecto Jefe de Proyecto. • Amanda Schmitt-Fiebig-Arquitecta Desarrollo de Proyecto. • César Valderrama Quezada-Arquitecto Desarrollo y Coordinador de Proyecto. • Daniela Morales Urra-Arquitecta Apoyo Desarrollo. Calculista: Ingeniero Pamela Lazo. Emnpresa de Coordinacion: Leighton y Asociados (L&A).