ARQUITECTO JAIME SÁEZ – SWARQ
-Arquitecto, especialista en Diseño Saludable,
…debemos consolidar los criterios arquitectónicos necesarios para que la calidad en la infraestructura pública no dependa del origen social de quién la habite. Estimular, a su vez, una arquitectura para la salud que influya en nuestros hábitos físicos y alimenticios, desde nuestros espacios públicos, hasta nuestras viviendas, sus muebles y sus artefactos. Estar presente, como Arquitecto y Ciudadano en cada discusión que nos ayude a cultivar una sociedad más equitativa y por consecuencia más saludable…
ARQUITECTURA INSOLENTE
La propuesta para la reposición del Hospital se plantea desde la perspectiva de un establecimiento que viene a incorporarse saludablemente a la ciudad y su geografía. Se plantea como un edificio de aspecto moderno de líneas horizontales despeinadas por el sol del desierto atacameño, y protegido por una membrana textil de tonos cobrizos que se mimetiza en un paisaje único. Esta membrana traslúcida permite tamizar la inmensa radiación existente, la cual prácticamente todo el año se presenta entre amanecer y atardecer impidiendo la vida y permitiendo el desierto. El hospital y su arquitectura se plantean como una estrategia de habitabilidad e insolencia, ante una geografía hostil.
LLENO Y VACÍO
El establecimiento se conecta con el espacio público por medio de un atrio permitiendo ampliar el vacío urbano en proporciones similares al lleno que cubre el programa de salud. El hall de acceso se presenta como un espacio en triple altura que podrá ser utilizado por la comunidad interna del hospital como también en la vinculación con el medio, permitiendo así, realzar con programa de uso público y así su carácter de edificio comunitario.
DE LO ARTIFICIAL A LO NATURALMENTE SOCIAL
Existe una geometría y una búsqueda que hace referencia a la naturaleza más básica de la arquitectura. Son el triángulo, el círculo y el cuadrado, sujetos de transformaciones tridimensionales, espaciales, iluminadas y ventiladas, son aquellas que nos conducen a lo básico a lo esencial, a las inquietudes sociales, como una relación abstracta entre lo artificial y lo natural estos ejercicios geométricos, combinan actos humanos como la reunión, la meditación, el desplazamiento y los flujos horizontales y verticales, en un jardín y en un hall de ciudad, un lugar propio del ciudadano que lo llama a observar y a protegerse en comunidad, también a asociarse y a unirse en la conversación fraterna cobijada por la edificación pública, esa que te pertenece, es que es propia donde lo tuyo y lo mío es, lo nuestro, lo público, lo común, lo que debemos cuidar, lo que es para todos por igual. Programáticamente con muy pocas camas y algunos servicios de atención primaria, tanto de urgencia como de consulta, el Hospital de Diego de Almagro se vincula en Red con el Hospital Regional de Copiapó, por lo que se trata de un recinto principalmente ambulatorio que se plantea en poco mas de cinco mil metros cuadrados, como “placa y torre”, una placa de servicios ambulatorios en 2 plantas y una torre que incluye emergencias imagenología, laboratorios y hospitalizaciones en una y dos plantas con una tercera de uso administrativo, un tercer volumen exterior, de una sola planta que se ha dispuesto para suministros, energía y logística.
… sabes, me encontré con un edificio público en una ciudad que visité en el norte de Chile llamada Diego de Almagro, en pleno desierto de Atacama, una suerte de campamento que nos recuerda la historia de pampa y mineral de ese país. En él, su gente se veía contenta, se podía ver una proporción de sombra y vegetación que les permitía gozar de un bienestar merecido… Harto rato después me di cuenta que se trataba de un hospital…